lunes, 15 de julio de 2019

LOS CARCAPROGRES

Sé que suena raro. ¿Cómo se pueden juntar estas dos palabras sin ser un dislate? Pues se puede.
Se puede ser tan antisistema, tan liberal y al tiempo tan intransigente con los que no piensan como tu crees pensar (que esa es otra), que se llegue a a pecar precisamente de lo que se pretendía evitar: de intolerante.
En cualquier conversación sobre religión, sociedad, tradiciones, valores etc...es fácil sentirse agredido por los CARCAPROGRES porque se sienten con el deber histórico de vengar al niño y al joven que fueron al que, según ellos, la dictadura, la Iglesia o la sociedad les arrebató la libertad de ser y de hacer.
Comprensible ,si lo piensas, pero agotador.
Que se lo miren.

martes, 18 de diciembre de 2018

¡QUE PENA DE MUERTE!

Asisto, como todos, al lamentable espectáculo de la ejecución de Sadam, probablemente uno de los más sanguinarios asesinos de masas de la Historia, y pasan por delante de mis ojos las caras de las miles de vidas cercenadas, del estéril sufrimiento creado, de los familiares y amigos de tantos y tantos y de los niños , esos pequeños seres que tienen mil veces más capacidad que los adultos para todo:disfrutar, creer, amar, ...pero también sufrir. ¿Cuánto miedo cabe en la cabeza de un niño cuyos padres acaban de morir? ¿o están permanentemente amenazados?¿o escuchan las bombas caer?..y aun así no consigo ponerme del lado de los defensores de la pena de muerte.
Hoy viendo la cara de Sadam en la portada de los periódicos he comprendido por qué: siempre pensé que la pena de muerte era una práctica que envilecía al que la secundaba y hoy, al ver su cara, no he podido evitar pensar que también dignifica al reo y esa dignidad de víctima (que debería ser patrimonio único de las Víctimas, con mayúsculas, y sus familiares) al final de una vida de dilapidación de todos los valores humanos, no debería de ser regalada a una persona que ha cometido las atrocidades que ha llevado a cabo Sadam. No puede descansar en paz tan pronto. Sería una pena.

lunes, 3 de diciembre de 2018

EL FINAL DEL VIAJE (I)

Fui a la boda de mi amiga Elena. Se casaba en el maravilloso Chateau de L´Eau, donde de jovencitos acudíamos a las fiestas decimonónicas de la aristocracia francesa que no se resistía a reproducir los mismos modelos de relación que habían disfrutado tanto en sus vidas de daguerrotipo de principios de siglo XX.

Me encontré con la sorpresa de que no me quedaría en el castillo, sino en casa de la tía Memé a escasos metros de la principal y que se trataba de una hacienda de explotación agropecuaria con ciertos tintes de grandiosidad arquitectónica que la asemejaban al Clos-Lucé de Amboise (1)en la Touraine un poco más al norte.

Al llegar, con mis maletas de España, me encontré la puerta abierta y pasé, no sin cierta vergüenza. Ahí estaba la Tante Memé, terminando una reunión de lo más pintoresca. Su grupo de invitados, compuesto por amigos de todas las edades, debatía animadamente alrededor de una chimenea, en una habitación llena de humo, de donde emanaba un cierto olor a marihuna que dejaba claro que la sobremesa había sido cuando menos entre personas "de confianza". Cuando me acerqué tímidamente vi como se levantaba una señora de unos 70 años , delgada y de pelo sorprendentemente corto y davidbowiano, que se me acercó enfundada en un multicolor y enorme jersey de croché a través de cuyos agujeros se escapaba un pezón a cada paso. Vaso de Ricard en mano (que a lo largo de los años le había bprovocado un "abbassamento de voce" de entre tres y cuatro tonos) y con cierto aire de displicencia acogedor , como lo haría un colega de barrio mafiosillo en sus dominios, se dirigió a mi en un inglés con un fuerte acento francés que presuponía erróneamente mi falta de destreza en la lengua de Victor Hugo.

- Tu habitación está preparada arriba. Si tienes ganas de tomar un Ricard con éstos antes de ir a la boda, aquí estaremos arreglando el mundo. Yo no voy a la ceremonia...iré solo después.- y añadió mientras desaparecía de mi vista -....¡ a bailar!


Subí a mi habitación por las escaleras de la mansión que estaba adornada con fotos de sus viajes y de sus toros charoleses que habían ganado premios a lo largo de sus años de ganadera y muchos jerseys de croché de patchwork.

¡¡Coge el que más te guste!! - escuche gritar desde abajo. - Los hago para mis amigos...
- Gracias, Memé- dije educadamente, pero sin duda demasiado bajo para después gritarle al hueco de la escalera cogiendo confianza : - Mercis Memé!!
- It´s nothing!
La habitación era la buhardilla y por tanto de vista provilegiada sobre la campiña francesa y la ganadería. La luz cálidamente lo acariciaba todo a esa hora del atardecer . La bañera, protegida por enredaderas de margaritas de plástico estaba a escasos centímetros de la cama y los muebles rústicos tenían ese "guemütlichiano" toque inmaculadamente descuidado que tan bien sabe dar la vieja aristocracia francesa. Olía a madera caliente.

En la mesilla una carta abierta que decía

"Mon cher amis".

No sabía si iba dirigida a mí o no pero la única manera de averigurlo era leerla aunque fuera sólo el principio.

"Querido amigo que vienes a mi casa. Haces bien leyendo esta carta . Hay quien se ha ido sin saber nada de mí por respeto a no leer aquello que no sabía si les pertenecía o no y, en efecto , si no lo hicieron era porque no era para ellos. Los que dudan nunca hacen nada.

No tengo tiempo para contarte mi vida. En verdad no tengo tiempo de ningún tipo. Pues precisamente la vida que te contaría , Mi Vida, se acaba y no quiero desperdiciarla con los preliminares . Prefiero que la leas. Cuando lo hayas hecho podrás decidir si quieres pasar parte este tiempo conmigo o seguir tu camino. Yo haría lo segundo. Es lo que hace la mayoría. Menos mis amigos. Mis amigos no, ellos se quedan. Me acompañan hoy y mañana como si fuera el último día. ¡Qué felicidad!

Cuando bajes sabré si has leído esta carta o no ...


(1) EL Clos Lucé fue la residencia de Leonardo a escasa distancia del castillo real . Estaba comunicado con el mismo para que el sabio pudiera acceder a las dependencias reales .

jueves, 13 de septiembre de 2018

JAZZ, POESÍA Y ARMONÍA Por Felipe del Cuvillo - Cantor de jazz



Cuando el estudiante empieza con el jazz, se topa con unos libros llamados los Real Books, en los que se recopilan, de manera sencilla y ordenada, las partituras de  los estándares , es decir, de aquellas obras que se consideran dignas de interés para estudiar o versiones. 

Al ver todos esos libros,  al estudiante le asalta una pregunta: ¿qué tiene una obra maestra  que la distingue de las que no lo son? El trabajo de preparación de los primeros temas de su repertorio le daría la respuesta: la calidad de la armonía, de la poesía y la conexión entre ambas. 

Por calidad armónica se entiende  lo que está dentro de unos cánones   compartidos por la comunidad musical, pero  en el caso del jazz , sobre todo , lo no previsible. El jazz es diversión para el cerebro y el cuerpo (música blanca y negra que se funden) por contraposición al orden establecido clásico y este cerebro necesita de estímulos no previsibles de verdad para su placer. La melodía esperable le aburre y las armonías incorrectas o los ritmos desencontrados le producen un efecto nada placentero. En cambio, las armonías y ritmos interesantes, sorprendentes y bellos, abren la puerta de la mente y del espíritu  que parecen decir:  habla , te escucho.

Cole Porter, a través de sus composiciones, juega al escondite con músicos profesionales y veteranos del jazz a los que deja fascinados, hoy como el primer día,  al comprobar hacia dónde los va llevando, resolviendo las polémicas armónicas, que él mismo va creando, de la manera más original , audaz  e… imprevisible (valga la repetición).

En cuanto a la calidad poética hay que hacer un especial hincapié en que la poesía para ser cantada tiene que ser especialmente dúctil al fraseo, razón por la que el idioma inglés tiene esa supremacía sobre todos los demás en este ámbito. (Hay pocos estándares en castellano. La mayoría fueron gracias al visionario y maravilloso pianista y cantor Nat king Cole con sus discos “Cole en español“ al que pertenecen: “Aquellos Ojos Verdes”, “Quizás” , “Muñequita  Linda” , entre otros ). 

Y por último la conexión  armónico poética. Encontrar la exacta fórmula magistral poética es tan difícil o más que la melódica, ¡pero lo realmente mágico es cuando las dos obras, cual amantes, se funden en un  nuevo compuesto hilemórfico-artístico en el que ambas dicen lo mismo a la vez! La poesía sin  melodía habla de lo mismo que la armonía sin letra y viceversa,  llegando, incluso,  a malabarismos como el de “Everytime we say Goodbye” en el que al tiempo que la letra habla de cómo el canto de una alondra pasa de mayores a menores, la melodía del tema pasa de utilizar acordes mayores a menores en el exacto mismo momento.  “but how extrange the change from major to minor…mas que extraño ese cambio de mayores a menores...” 

O también : “Like the beat, beat , beat of the tom tom. Como el gol gol gol-pe del tam tam …”cantaba Porter al amor obsesivo,  golpeando una sola nota del piano. La misma  que tocaba en Samba de una sola nota Tom Jobim , por cierto, años más tarde con letra de Newton Mendoza..  

Este es el el gran secreto para una obra maestra pues: poesía, armonía y conexión armónico-poética. 

Parece fácil pero, desde luego  no lo es. Es más, para que sea una verdadera obra maestra debe parecerlo. 

jueves, 28 de diciembre de 2017

Sizigia

Hay lo que no se puede explicar fácilmente 
Hay verdades ocultas 
Hay momentos dementes 
Hay cuando estás tocado por el hada del tiempo
Y te dejas llevar
Y te sientes pequeño 

Hay quellos momentos que ocurrían sin pensarlo 
Acontecían tormentas y escampaban milagros 
Y nacían los brotes de una rosa  de labios 
No  teníamos nada 
No sabiamos nada 
Solo estábamos presos del hechizo del hada 
Que en el tiempo canalla la sizigia deshizo 
Un eclipse de Luna interpuso en el cielo
Oscureció el camino 
Se perdió la batalla 
Pero la guerra es larga 
Dura toda  la vida 

Me diré una mañana - como dijo el poeta-
¿Vas a venir  amor ?¿Volverás algún  día ? 
Despertaremos juntos pensando nuevamente:
-Ha sido todo un sueño  ¿Donde están mis heridas ? 

sábado, 16 de diciembre de 2017

TARUK Y LA GRAN SEQUÍA (Publicado en "Cuentos con Corazón" 2006 Ediciones B)

Se llamaba Taruk «el que piensa y luego habla» y era –desde hacía un año- el brujo de la tribu de los Kare-Iselu, aquellos que adoraban y perseguían la luna llena, también conocidos como los hombres-luna.
Los hombres-luna habían sido siempre nómadas : un pueblo feliz que nunca había tenido nada propio y que vivía al día de lo que la Luna les ponía en su camino: si tenían hambre, aparecían animales que cazar y frutos que recolectar; y si tenían sed, llovía y recogían hábilmente el agua en tripas de vaca que administraban como si se tratara de oro líquido. Sin embargo, desde que el antiguo brujo «Hacha de Piedra» les contó que, en una visión que tuvo, la luna decía que El Valle de los Vientos debía convertirse en su hogar, se asentaron en aquella tierra y así llevaban varias generaciones sin moverse de allí.
Por este motivo habían tenido que aprender a domar y meter en establos a los animales para comer su carne y beber su leche, y también a plantar granos de trigo para cuidarlos y regarlos hasta que se transformaban en plantas de las que nacían otras y así comenzaron a producir cereales y vegetales que antes tenían que ir a buscar. Se habían transformado definitivamente en sedentarios.
Esta manera de vivir había hecho de los hombres-luna un pueblo mucho más próspero, cosa que se podía ver en sus cuerpos antaño delgados, enjutos y fuertes, y ahora mas altos y llenos, pero débiles. También había ocurrido una cosa muy extraña: antes los hombres-luna dependían de lo que su diosa les procuraba y ponía en su camino, y siempre estaban de buen humor y reían por cualquier cosa. Ahora que ellos tenían que decidir qué plantar, qué animal cazar, qué fruta recolectar o de qué pozo beber, todo se había complicado. Desde que esto ocurrió, los hombres-luna se habían vuelto más cobardes y temerosos de perder lo que tenían: su cosecha, su ganado, sus pozos... y habían perdido el sentido del humor. Esto les pasó porque siempre estaban pensando en lo que llamaban SUS COSAS. ..
Taruk echaba de menos aquellos tiempos remotos que sus antepasados le describían a través de las historias contadas por los ancianos, cuando todo era de todos y cuando la Luna les llevaba siempre adonde nos les habría de faltar de nada.... así que cuando cumplió un año como brujo se lo pidió a la Luna sin pensárselo dos veces: “¡que volvamos a ser nómadas!”, rezó. Y lo hizo tan sinceramente y con tanto amor, que algo empezó a ocurrir...
Todos sabían que la Luna era una diosa que era perseguida desde el principio de los tiempos por su marido el Sol, quien desesperado del calor que le hacía pasar esta carrera, cada cierto tiempo descargaba una gran cantidad de sudor en forma de agua que todos llamaban lluvia. Esto sucedía cuando Sol aceleraba el paso en un vano intento alcanzar a la joven y bella Luna.
Entonces la lluvia era un regalo de la Luna, pues era ella quien con su jugueteo provocaba que el viejo y gordo sol sudara intentando atraparla. Con aquel regalo los hombres llenaban sus cantimploras de tripas de vaca, y los alimentos no faltaban porque abundaban los animales.
Un día Sol pilló por sorpresa a la confiada Luna y la alcanzó. Fue una sacudida para el mundo de los hombres-luna, pues este era un fenómeno que no había pasado en toda su historia más que tres o cuatro veces, que los viejos del lugar recordaran, y les sumió en una gran oscuridad, tristeza e impotencia por lo que pudiera estar pasándole a su diosa en manos de ese rencoroso, viejo y gordo sol.
Lo que pasó fue un desastre aunque fácil de prever. Tras varias horas en las que nadie supo lo que hizo el Sol con la Luna, éste la dejó escapar. No se sabe si por pena o por falta de interés. El caso es que tuvo que ser por esto último, ya que desde aquel día no volvió a correr detrás de ella como antes. Y como ya no sudaba no volvió a llover en el Valle de los Vientos.
Pasaron semanas y meses y la sequía iba dejando sedientos y hambrientos a los hombres-luna.
Los hombres-luna no contaban con que podía pasar esto. Antes siempre estaban moviéndose y se iban a los sitios donde hubiera agua y buenos pastos, por lo que todos los hombres del pueblo vinieron a pedirle explicaciones al pobre Taruk, quien llevaba sólo un año en el puesto y todavía no estaba preparado para atender a los que ya preparaban el despellejador de brujos incompetentes: “¿Por qué no llueve, Taruk?”, dijo el jefe de la tribu muy serio. “¡¡Haz algo inmediatamente!! ¡¡Habla con los dioses y que llueva!!”, exigían todos muy enfadados mientras zarandeaban al brujo.
Temiendo por su integridad, Taruk comenzó una danza ritual -mitad para impresionarlos mitad para zafarse de ellos- mientras sacaba sus plumas de ave y se ponía una máscara que le ayudaba a ocultar el miedo tan atroz que le atenazaba. De repente paró y mirándolos con los ojos encendidos les dijo acordándose de sus oraciones:
“¡He hablado con la luna y me ha dado el siguiente mensaje!” (todos escuchaban): “Primero y antes que nada, que a quien ponga la mano encima de su emisario -que soy yo- más le valdría no haber nacido, porque será enviado al Sol, donde se quemará antes de haber llegado” (todos retrocedieron asustados). Taruk pudo calmarse y entonces añadió muy serio: “Además, Luna quiere que dejemos de quejarnos y de pensar tanto en qué pasará con todo lo que tenemos -con NUESTRAS COSAS- y que seamos más amables los unos con los otros y que dejemos de pelearnos. ¿No os dais cuenta de que ya nadie sonríe en esta tribu? Siempre estamos pensando en las cosechas y en quién tiene más ganado o posee la gruta más espaciosa. Eso entristece a Luna y es por eso que Sol la ha atrapado”.
Taruk prosiguió muy seguro de sí mismo: “Luna quiere que volvamos a ser nómadas. Que dejemos todo atrás y que volvamos a depender de lo que ella nos vaya procurando. Quiere que confiemos en ella y que nos ayudemos los unos a los otros”.
Todos se miraron y asintieron y decidieron que a la mañana siguiente partirían. Sus rostros se dulcificaron y se despidieron con un amistoso, “¡Hasta mañana!”.
El día de su partida fue el más caluroso de todos los que habían pasado, pero en la mente de todos estaban las palabras de Taruk: “Confiad en la Luna y ayudaros los unos a los otros”. Y así, cuando alguien flaqueaba y se enfurecía con el otro siempre alguno le decía: “¿Qué te pasa, hermano? ¿Has olvidado que todo se va a arreglar? ¿Por qué no intentas ayudar en vez de andar enfadado y gruñendo por ahí?”
A lo largo del camino, sin saber cómo, fueron apareciendo reservas de agua o animales que podían cazar e incluso algunos alimentos sabrosísimos que nunca habrían podido probar de haber permanecido en el Valle de los Vientos, porque no eran propios de aquella zona.
A medida que se fueron alejando del Valle de los Vientos su preocupación iba siendo menor, y aunque no tenían gran cosa no les faltaba lo necesario para vivir. Taruk sabía que la Luna estaría contenta de verlos tan unidos y seguros de ella, y que sólo era cuestión de tiempo que esa felicidad se transformara en belleza. Y así, sin saber cómo, un día la Luna se engalanó con sus mejores prendas y salió llena y preciosa para contonearse al alba delante del Sol. Estaba tan bonita que el Sol no pudo seguir indiferente y empezó a perseguirla en alocada carrera, propinándoles por la tarde una de las mojadas más impresionantes que recordaban y todos pudieron beber y llenar sus tripas de vaca. Nunca olvidaron el mensaje de la luna.
Taruk se convirtió en uno de los mejores y más queridos brujos de la tribu de los hombres-luna, quienes todavía hoy día siguen persiguiéndola y Luna les dispensa todo lo necesario para vivir, porque además de confiar en ella se quieren y siempre se ayudan los unos a los otros.

sábado, 23 de abril de 2011

Si no le haces el amor (por decirlo poéticamente) a tu mujer , no te preocupes que alguien se lo hará. ;)

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Francia/declara/toros/patrimonio/cultural/inmaterial/elpepuint/20110422elpepucul_5/Tes

Los italianos envasan nuestro aceite y lo venden como suyo, los franceses se pirran por nuestro flamenco y llevan lustros haciendo festivales maravillosos, ahora declaran nuestros toros patrimonio universal mientras nosotros nos dedicamos a lo que mejor sabemos hacer: pelearnos.

Peleándonos se nos fue la revolción comercial , la revolución del marketing, se nos va ir la revolución de las comunicaciones y con la globalización ya nada es de nadie para siempre.
Si no lo cuidamos, entre Francia y Japón, se quedan con el flamenco . Si no queremos los toros , no hay problema, los franceses se lo quedan ....¡Ya verás como no nos regalan el foie gras ! (independientemente de como "viva" el pato o la oca que , como me gusta el foie , prefiero ni investigar)

Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón ....